sábado, 2 de enero de 2016

Siempre pierdo yo

Perdí el día en el que te escribí buscando una respuesta, buscando un por qué y no obtener respuesta, me dejaste como si fuera nada, y no tuviste la decencia de explicarme por qué.

Perdí porque soy yo la que te echa de menos.

Perdí porque me usaste y yo te dejé, ni siquiera me queje. 

Perdí porque yo me interesaba en nosotros y en lo que pasaría después.
Perdí porque seguí ahí, con tus malas formas y tus cambios de humor, tus ganas de querer un día, y tus ganas de dejarme al otro.

Perdí porque te fuiste y yo me quedé.
Perdí porque pensé más en ti de lo que debería, e incluso de lo que mereces.
Perdí porque yo soy la que no come, duerme o hace otra cosa más que pensar en el por qué.

Perdí porque soy yo la que llora.

Perdí porque no podía dejarte ir.

Perdí porque dejé todo y a todos por ti, sin pensarlo.

Perdí porque sigo queriendo llamarte pero tú seguirás sin responder.

Perdí porque dejé que mi estado de ánimo dependiera de ti.

11 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar