viernes, 8 de marzo de 2013

Lejos pero a la vez cerca.

A 592 kilómetros, lejos de todo lo que me rodea, lejos de todo lo que me hace infeliz. Lo que necesito está allí, sí, a 592 kilómetros, probablemente una de las cosas que podrían hacerme sonreír de verdad y no de mentira, con todas esas sonrisas que se ponen falsamente para complacer a los demás. No es lo único que podría hacerme feliz pero si es lo que más necesito en estos momentos y no lo tengo, sí, a él.
76 días me separan de ver a una de las chicas más increíbles que hay, de cumplir un sueño con ella, de vivir días más que increíbles y que nunca podré olvidar.
Todo lo bueno se encuentra lejos de nosotros, absolutamente todo. ¿Mi felicidad? ¿Mi sonrisa? ¿Mis fuerzas de seguir adelante? Sí, están a 592 kilómetros. Es cierto que las necesito aquí, pero, oye, al menos lo tengo. Quiero un día cerrar los ojos, y despertarme sabiendo que estará ahí, que no tendré que imaginar, llorar por lo que puedo necesitar, querer tener y tenerlo justo ahí.
Si pudiera pedir sólo un deseo, sería poder tenerles aquí, aunque sólo fuera por un momento, pero tenerles aquí, nadie se imagina lo que duele tener que esperar, imaginar, desear tener, necesitar hacer, poder hacer, y quedarse en eso, en esperar para todo eso. Necesito apartarme de todo lo malo y buscar lo bueno, dejar las lágrimas y empezar a sentir sonrisas, sentir que por fin algo va a salir bien y yo no voy a salir herida, ¿Es tan difícil? Me limitaré a pedir deseos, luchar por ellos y esperar que se cumplan.

lunes, 4 de marzo de 2013

Estar, estoy.

Estar, estoy, que esté bien ya es otro asunto, pero para qué mentir, no estoy bien. Bueno, al menos para mi esto no es estar bien, aunque me encuentro bien donde estoy ahora mismo, estoy mala, con fiebre pero me da igual, estoy fuera de casa, sentada fuera de un portal viendo como la lluvia cae, pensando en mis cosas, pensando en todo lo que pasa y lo que no pasa, en el por qué de muchas cosas y en el por qué de muchas otras. Dicen, que estar bajo la lluvia relaja, pues yo lo confirmo, hace frío pero eso ahora mismo no importa, no quiero estar en casa, no quiero agobiarme entre cuatro paredes de mierda que me presionan día tras día. Me encuentro 'bien' dentro de lo que cabe, ya que mucha personas seguramente lo estén pasando incluso peor que yo, que bueno, tal vez sean tonterías, paranoias mías o lo que sea pero que duelen de una forma u otra, pero en fin, hoy al levantarme, después de las 4 veces que me he despertado me he dicho a mi misma: “Laura, no vas a llorar más, todo pasa por una razón y tú tienes que sonreír, así que levántate y pon la mejor sonrisa que tengas” y, ¿sabes qué? en parte lo he conseguido, sola, salir fuera hace que me despeje de los problemas y aunque sea por un par de horas me olvido de todo ello, me olvido de las lágrimas, de llorar, aunque tampoco sonría, pero oye, ya es un paso, ¿no? Bueno, todo tiene su por qué, y si yo hoy estoy así será por algo, o porque tal vez el mal día de hoy será el buen día de mañana, quien sabe. Jode estar en situaciones como esta constantes pero por un día por a intentar ser positiva, si hoy estoy mal, hecha una mierda, puede que mañana este bien y supongo que es en lo único que tengo que pensar. En definitiva, estar, estoy.

viernes, 1 de marzo de 2013

Perfección. ¿Qué es eso?


¿Qué pasa si no somos perfectos? De todas maneras, nadie lo es aunque todos pretendamos serlo. Nadie se da cuenta de que en el fondo todo el mundo con sus imperfecciones, con sus defectos, se convierten en personas perfectas de manera imperfecta. Todos, incluída yo, cometemos errores, nos equivocamos pero lo bueno está en saber rectificar, en saber cómo hacer para arreglar lo que hemos hecho mal. Todos cometemos errores, hasta los que creemos que son las personas más perfectas del mundo, pero, ¿sabéis qué? Es bueno equivocarse, cometer fallos para luego después saber como arreglarlo, es cuestión de luchar por lo que quieres, y eso es lo que nos va haciendo a todos y cada uno de nosotros especiales y perfectos, imperfectamente. Luchamos por ser perfectos, vemos a cualquiera y decimos: 'Joder, es perfecta' pero a lo mejor esa persona no se ve de esa manera sino todo lo contrario, es difícil, pero somos como somos y no podemos cambiarlo, y a quien no le guste que no mire.